lunes, 20 de junio de 2011

fase anaerbica de Glicólisis

Bajo condiciones aeróbicas, en la mayoría de células, el piruvato es posteriormente metabolizado vía del ciclo del acido tricarboxílicoo ciclo de Krebs. Bajo condiciones anaerobias y en los eritrocitos bajo condiciones aeróbicas, el piruvato es convertido a lactato por la enzima lactato deshidrogenasa (LDH), y el lactato es entonces transportado fuera de la célula a la circulación. La conversión de piruvato a lactato, bajo condiciones anaerobias, da a la célula un mecanismo para la oxidación del NADH (generado durante la reacción de la G3PDH) a NAD+que ocurre durante la reacción catalizada por la LDH. Esta reducción se requiere ya que el NAD+ es un sustrato necesario para la G3PDH, sin la cual la glicólisis se detendría. Normalmente, durante la glicólisis aerobia los electrones del NADH citoplasmático son transferidos a transportadores mitocondriales de la vía de la fosforilación oxidativagenerando así una reserva continua de NAD+ citoplasmático.
La glicólisis aerobia genera más ATP por mole de glucosa oxidada que la glicólisis anaerobia. La utilidad de la glicólisis anaerobia, para una célula muscular cuando esta necesita grandes cantidades de energía, se logra por el hecho de que la velocidad de la producción de ATP por la glicólisis es aproximadamente 100 veces más rápida que la fosforilación oxidativa. Durante el ejercicio las células musculares no necesitan dar energía para vías de reacción anabólicas. El requerimiento es generar la cantidad máxima de ATP, para la contracción muscular, en el periodo más corto de tiempo. Es por esto que las células musculares obtienen la mayoría del ATP consumido de la glicólisis anaerobia.

Glucólisis, via de embden-meyerhf

La glucólisis o glicolisis (del griego glycos, azúcar y lysis, ruptura), es la vía metabólica encargada de oxidar la glucosa con la finalidad de obtener energía para la célula. Consiste en 10 reacciones enzimáticas consecutivas que convierten a la glucosa en dos moléculas de piruvato, el cual es capaz de seguir otras vías metabólicas y así continuar entregando energía al organismo.
El tipo de glucólisis más común y más conocida es la vía de Embden-Meyerhof, explicada inicialmente por Gustav Embden y Otto Meyerhof. El término puede incluir vías alternativas, como la vía de Entner-Doudoroff. No obstante, glucólisis se usa con frecuencia como sinónimo de la vía de Embden-Meyerhof. Es la vía inicial del catabolismo (degradación) de carbohidratos.
Archivo:Glucólisis.png

 

Tipos de carbohidratos

Los carbohidratos o hidratos de carbono se agrupan en dos categorías principales. Los carbohidratos simples incluyen azúcares, tales como el azúcar de la fruta (fructosa), el azúcar del maíz o el azúcar de uva (dextrosa o glucosa), y el azúcar de mesa (sacarosa). Los carbohidratos complejos (carbohidratos complejos) incluyen todo lo hecho de tres o más azúcares unidos. Los carbohidratos complejos se pensaba que eran más saludables para comer, mientras que los carbohidratos simples no eran tan buenos. Resulta que el panorama es más complicado que eso.
La fibra es una excepción. No puede dividirse en moléculas de azúcar, por lo que pasa a través del cuerpo sin ser digerida. La fibra viene en dos variedades: la fibra soluble se disuelve en agua, mientras que la fibra insoluble no lo hace. Aunque ninguno de los tipos nutre el cuerpo, es buena para la salud de muchas maneras. La fibra soluble se une a las grasas en el intestino y las arrastra, lo que disminuye la lipoproteína de baja densidad (LDL, o colesterol malo). También ayuda a regular el uso de azúcares del cuerpo, ayudando a mantener a raya el hambre y el azúcar en sangre. La fibra insoluble ayuda a empujar la comida a través del tracto intestinal, la promoción de la regularidad y ayudar a prevenir el estreñimiento.
El sistema digestivo maneja todos los carbohidratos de la misma forma: los rompe (o trata de romperlos) en moléculas de azúcar simples, ya que sólo éstos son lo suficientemente pequeños para pasar al torrente sanguíneo. También convierte la mayoría de los carbohidratos digestibles en glucosa (también conocida como azúcar en la sangre), porque las células están diseñadas para utilizar esto como una fuente de energía universal.

Cómo se produce la absorción?

                              
La absorción se lleva a cabo a través de las células presentes en el tubo digestivo, principalmente en el intestino delgado. Estas células tienen multitud de pliegues para que la superficie de absorción sea la mayor posible. La capacidad total de absorción del intestino delgado es enorme: hasta varios kg de carbohidratos, 500- 1000 gr. de grasa, y 20 o más litros de agua al día. El intestino grueso absorbe fundamentalmente agua y minerales. Los nutrientes una vez absorbidos pasan a la sangre, desde donde son distribuidos hacia los distintos órganos.
Todo el proceso digestivo está regulado por el sistema nervioso y por distintas hormonas específicas. El estado psíquico influye en el proceso digestivo a través del sistema nervioso.

¿Cómo se produce la digestión?

                                            
Si intentamos imaginar como un alimento, el que sea, tiene que pasar a constituir parte de nosotros mismos, o servir para ayudarnos a realizar todas nuestras funciones, debemos aceptar que debe sufrir una transformación.
Ese alimento formaba parte de un organismo ya estructurado (constituido con carbohidratos, grasas, proteínas, etc), por lo que primero hay que degradarlo a elementos más simples, paso que se realiza mediante la digestión. Ésta se lleva a cabo en el aparato digestivo, y en ella colaboran dos elementos fundamentales producidos por las células de dicho aparato: la secreciones digestivas, y las enzimas. Por ejemplo, la secreción ácida del estómago no es un capricho que sirva para causar "acidez", sino que es necesaria para digerir adecuadamente las proteínas, la secreción biliar (bilis) es necesaria para disolver adecuadamente las grasas.
Las enzimas son un tipo de proteínas que regulan virtualmente todas las reacciones químicas dentro del organismo (en este caso "se pegan" a los nutrientes y favorecen que se degraden). La mayor fuente de enzimas se produce en el páncreas, pero también se producen en el resto del aparato digestivo, incluso en la boca.

cabohidratos a traves del tubo digestivo

Cada bocado de comida que comemos tiene que ser descompuesto en nutrientes que puedan ser absorbidos por el organismo, por lo que la digestión completa de la comida tarda horas. En los humanos, la proteína debe ser descompuesta en aminoácidos, los almidones en azúcares simples y las grasas en ácidos grasos y glicerol. El agua en nuestros alimentos y bebidas también se absorbe en el torrente sanguíneo para proporcionar al organismo el líquido que necesita.
El aparato digestivo está formado por el tubo digestivo y los otros órganos abdominales que juegan un rol importante en la digestión, como el hígado y el páncreas. El tubo digestivo es el tubo largo de órganos que se extiende desde la boca al ano e incluye el esófago, el estómago y los intestinos. El tubo digestivo del adulto mide unos 30 pies (9 metros) de largo.
La digestión comienza en la boca, mucho antes de que los alimentos lleguen al estómago. Cuando vemos, olemos, probamos o incluso imaginamos una merienda sabrosa, nuestras glándulas salivales, que se encuentran debajo de la lengua y cerca de la mandíbula inferior, comienzan a producir saliva. Este flujo de saliva se pone en movimiento por un reflejo del cerebro que se desencadena cuando percibimos alimentos o incluso cuando pensamos en comer. En respuesta a esta estimulación sensorial, el cerebro envía impulsos a través de los nervios que controlan las glándulas salivales, indicándoles que se preparen para una comida.
A medida que los dientes desgarran y cortan los alimentos, la saliva los humedece para facilitar la deglución. Una enzima digestiva llamada amilasa, que forma parte de la saliva, comienza a descomponer algunos de los carbohidratos (almidones y azúcares) en la comida incluso antes de que salgan de la boca.
La deglución, que se logra por los movimientos musculares en la lengua y la boca, desplaza los alimentos hacia la garganta, o faringe. La faringe, un pasaje para los alimentos y el aire, mide unas 5 pulgadas (12,7 centímetros) de largo. Un colgajo flexible de tejido, denominado epiglotis, se cierra reflexivamente sobre la tráquea cuando tragamos para impedir el ahogo.
Desde la garganta, los alimentos pasan por un tubo muscular en el pecho que se denomina esófago. Ondas de contracciones musculares llamadas peristalsis fuerzan los alimentos hacia abajo, a través del esófago, hasta el estómago. Normalmente, una persona no es consciente de los movimientos del esófago, estómago e intestino que tienen lugar a medida que los alimentos pasan a través del aparato digestivo.
En el extremo del esófago, un anillo muscular denominado esfínter, permite que los alimentos ingresen al estómago y luego se cierra para impedir que los alimentos o líquido regresen al esófago. El músculo del estómago revuelve y mezcla los alimentos con ácidos y enzimas, descomponiéndolos en trozos mucho más pequeños y digeribles. La digestión que tiene lugar en el estómago, necesita un ambiente ácido. Las glándulas en el revestimiento del estómago producen unos 3 cuartos de galón (2,8 litros) de estos jugos digestivos por día.
Algunas sustancias, como el agua, sal, azúcares y alcohol, pueden ser absorbidas directamente a través de la pared estomacal. La mayoría de las otras sustancias en los alimentos que ingerimos necesitan mayor digestión y deben pasar al intestino antes de ser absorbidos. Cuando está vacío, el estómago de un adulto tiene un volumen de un quinto de una taza, pero puede expandirse para sostener más de 8 tazas de alimentos después de una gran comida.
Cuando los alimentos están listos para salir del estómago, han sido procesados en un líquido espeso denominado quimo. Un tubo muscular del tamaño de una nuez, ubicado a la salida del estómago y denominado píloro, mantiene el quimo en el estómago hasta que alcanza la consistencia justa para pasar al intestino delgado. El quimo es lanzado al intestino delgado, donde continúa la digestión de los alimentos para que el organismo pueda absorber los nutrientes en el torrente sanguíneo.

metabolismo de los carbohidratos conceptos

GlucogenolisisGlucogenolisis es el proceso por el que los depósitos de glucógeno se convierten en glucosa. Si el aporte de glucosa es deficiente, el glucógeno se hidroliza mediante la acción de las enzimas fosforilasa y desramificante, que producen glucosa-1-fosfato, que pasa a formar, por medio de fosfoglucomutasa, glucosa-6-fosfato, la cual por la acción de glucosa-6-fosfatasa, sale de la célula en forma de glucosa, tras pases previos a glucosa-1-fosfato y glucosa-6-fosfato


Glucogénesis
Es el proceso inverso al de glucogenolisis. La vía del glucógeno tiene lugar en el citosol celular y en él se requieren: a) tres enzimas, cuales son uridina difosfato (UDP)-glucosa pirofosforilasa, glucógeno sintasa y la enzima ramificadora, amilol (1,4 -> 1,6) transglicosilasa, b) donante de glucosa, UDP-glucosa, c) cebador para iniciar la síntesis de glucógeno si no hay una molécula de glucógeno preexistente, d) energía

Regulación del metabolismo del glucógeno
Es un proceso muy complejo y todavía no bien conocido. En él hay que considerar dos niveles: alostérico y hormonal. El control alostérico depende fundamentalmente de las acciones de las enzimas fosforilasa y glucógeno sintasa. A nivel hormonal, la adrenalina en el músculo y en hígado, y el glucagón, solo en el hígado, estimulan el fraccionamiento del glucógeno. Aunque la acción de la insulina no es bien conocido, al tratarse de una hormona anabólica se asume que estimula la síntesis e inhibe la rotura del glucógeno.